Hoja suelta...


El vuelo estaba a punto de partir
una incómoda voz perfecta hizo el último llamado.
No hubo lágrimas
no hubo deseos
no hubo expresión,
solo hubo un silencio
una inusitada palabra salió de tu boca
esa palabra arruinó tan bello momento.

No quise hablar
era la hora de partir
que dejaras el mundo de los débiles
quería que volaras alto
quería que fueras una hoja al viento.
debí decirte adiós aquella tarde
un adiós abierto, certero, infalible...
pero me quedé inmóvil
fosilizada ante tu mirada amenasante
abordaste el avión sin despedirte.
Ha pasado vario tiempo desde entonces
puse orden a mis ideas
y me dediqué a lo verdaderamente importante.

Ahora mi alegría es evidente
cuelgo el teléfono
doy varios gritos de júbilo,
uno que otro brinquito de júbilo.
Me calmo, me arrojo en el sillón
y empiezo a parafrasear una oración
por el descanso de tu alma.

2 Huellas:

Anónimo dijo...

nostalgia con olor a nostalgia; el oficio ineluctable del tiempo y un nombre propio que sabiamente te reservas para tí.

estás logrando un estilo propio, Julieth.

feliz año 2009. abrazos desde Venezuela.

Felipe Chávez G. dijo...

nunca sobra un adios
huimos de las despedidas por desconocer que es el verdadero momento del encuentro