Preparó la mesa con un cuidado que lo hacía ver como un loco... y lo era.
Dispuso todo con la precisión de aquel que realmente sabe lo que hace (o cree saberlo), tomó el bisturí y se dispuso a cortar, se acercó a la zona que había examinado tanto tiempo frente al espejo, sabía en donde hacer el corte, así que sin siquiera pensarlo inició su labor...
Unos instantes después tenía un hueco en el pecho y una sonrisa inquebrantable, puso de nuevo aquel elemento plateado en la mesa, en el mismo sitio donde había estado inicialmente, si no fuese por la sangre en la hoja, la mesa estaría como si nunca hubiese sido tocada. Tomó el papel más fino que se podría conseguir y con aquella sonrisa aún dibujada continuó tomando cintas y algunos otros elementos que había dispuestos en la mesa, pues también sabía que no había mucho tiempo. Luego, ya exahusto, terminó aquello que había planeado durante tanto tiempo, solo faltaba hacer la entrega...
Subió apresurado y con pasos torpes hasta el cuarto en donde ella se encontraba, abrió la puerta y estiró sus brazos, extendiendole aquel presente que aún, a pesar del poco tiempo que quedaba, le permitía sonreir, ella miró a sus manos solo por un instante, luego subió la mirada hasta sus ojos y con poco más que una mueca de desagrado dijo: "Te ves patético", y se marchó...
Él aún pensaba que sacar su corazón y darselo a quien amaba era un buen regalo...
pero en verdad se veía patético, y allí quedo, con una sonrisa en su rostro y su corazón envuelto en papel regalo.
Juan Camilo Mojica
Gracias por regalarme estas letras amigas; significa mucho para mi leerte.
Dispuso todo con la precisión de aquel que realmente sabe lo que hace (o cree saberlo), tomó el bisturí y se dispuso a cortar, se acercó a la zona que había examinado tanto tiempo frente al espejo, sabía en donde hacer el corte, así que sin siquiera pensarlo inició su labor...
Unos instantes después tenía un hueco en el pecho y una sonrisa inquebrantable, puso de nuevo aquel elemento plateado en la mesa, en el mismo sitio donde había estado inicialmente, si no fuese por la sangre en la hoja, la mesa estaría como si nunca hubiese sido tocada. Tomó el papel más fino que se podría conseguir y con aquella sonrisa aún dibujada continuó tomando cintas y algunos otros elementos que había dispuestos en la mesa, pues también sabía que no había mucho tiempo. Luego, ya exahusto, terminó aquello que había planeado durante tanto tiempo, solo faltaba hacer la entrega...
Subió apresurado y con pasos torpes hasta el cuarto en donde ella se encontraba, abrió la puerta y estiró sus brazos, extendiendole aquel presente que aún, a pesar del poco tiempo que quedaba, le permitía sonreir, ella miró a sus manos solo por un instante, luego subió la mirada hasta sus ojos y con poco más que una mueca de desagrado dijo: "Te ves patético", y se marchó...
Él aún pensaba que sacar su corazón y darselo a quien amaba era un buen regalo...
pero en verdad se veía patético, y allí quedo, con una sonrisa en su rostro y su corazón envuelto en papel regalo.
Juan Camilo Mojica
Gracias por regalarme estas letras amigas; significa mucho para mi leerte.